Miranda Priestly quién ha sido interpretada por Meryl Streep en la exitosa película “El diablo viste de Prada” representa nada más y nada menos que a la famosa editora de Vogue, Anna Wintour.
El filme es simplemente la adaptación de la novela, de Lauren Weisberger, que fue asistente de Anna Wintour durante varios años.
Pero ¿Hay un parecido entre Anna Wintour y Miranda Priestly? Definitivamente, a pesar de que se diferencian en algunos detalles menores, es una representación fiel de la “directora de la moda”.
Anna Wintour se inició en la revista “Harper’s Bazaar”, luego realizó una pasantía en la versión británica “Vogue” y desde 1988 es la editora de la revista estrella del grupo Condé Nast. Miranda Priestly, personaje que en la ficción es editora de la Revista “Runway” (Pasarela), es una “recreación” de Anna Wintour.
La directora en ambos casos, es decir, tanto Miranda como Anna, tienen la decisión final sobre todo y todos. Con esto se refiere a que los desfiles no comienzan hasta que Anna Wintour no llega. En este caso, Miranda Priestly. Los diseñadores triunfan si la directora les da su aprobación; las modas se crean o se destruyen según su criterio. Esto se ve claramente en el filme, en el que Miranda asiste al showroom de un reconocido diseñador, y en el cual ella aprueba o no sus los diseños.
El filme es casi un documental, que analiza y satiriza el mundo de la moda, su “tiranía”, los dictámenes de las revistas de la especialidad, y sus víctimas preferidas. Es decir, es una representación del cruel mundo de la moda, donde se vive la competencia a diario.
Pero ¿Hay un parecido entre Anna Wintour y Miranda Priestly? Definitivamente, a pesar de que se diferencian en algunos detalles menores, es una representación fiel de la “directora de la moda”.
Anna Wintour se inició en la revista “Harper’s Bazaar”, luego realizó una pasantía en la versión británica “Vogue” y desde 1988 es la editora de la revista estrella del grupo Condé Nast. Miranda Priestly, personaje que en la ficción es editora de la Revista “Runway” (Pasarela), es una “recreación” de Anna Wintour.
La directora en ambos casos, es decir, tanto Miranda como Anna, tienen la decisión final sobre todo y todos. Con esto se refiere a que los desfiles no comienzan hasta que Anna Wintour no llega. En este caso, Miranda Priestly. Los diseñadores triunfan si la directora les da su aprobación; las modas se crean o se destruyen según su criterio. Esto se ve claramente en el filme, en el que Miranda asiste al showroom de un reconocido diseñador, y en el cual ella aprueba o no sus los diseños.
El filme es casi un documental, que analiza y satiriza el mundo de la moda, su “tiranía”, los dictámenes de las revistas de la especialidad, y sus víctimas preferidas. Es decir, es una representación del cruel mundo de la moda, donde se vive la competencia a diario.
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